Continuar la Arquitectura: Claves para entrar en un proyecto que ya está en curso

Imagen de una impresión defectuosa, primer dia de trabajo.

En contexto del ejercicio de la arquitectura en Colombia, es habitual observar una alta rotación laboral, donde los profesionales van frecuentemente entre empleos de corta duración y estabilidad variable. A esto se suma la subjetividad inherente a la práctica arquitectónica, caracterizada por divergencias en criterios y enfoques. En este contexto, mantenerse en un puesto estable dentro de una oficina y contribuir en momentos específicos de un proyecto, o retomar el trabajo iniciado por un colega, representa un desafío considerable. Esta tarea, que requiere un enfoque metódico y ordenado, es fundamental para asegurar la continuidad y el progreso en el campo de la arquitectura.

Frente a un proyecto desconocido, incluso para aquellos con amplia experiencia, la labor del arquitecto se complica debido a la necesidad de interacción humana. La oportunidad de realizar un empalme con la persona que previamente estaba a cargo del trabajo, o con alguien que posea un conocimiento básico sobre el proyecto, es clave. Para manejar efectivamente los primeros días de adaptación a lo desconocido, es crucial preguntar sobre ciertos aspectos que facilitarán la transición y ayudarán a superar los retos iniciales que plantea adaptarse a lo desconocido

Principio del formulario

  1. Lista de contactos del Proyecto. Quién es quién: Solicitar una lista de contactos, incluyendo nombres y correos electrónicos, es esencial. Dedicar tiempo a comprender el rol que cada uno desempeña dentro del proyecto es crucial. No basta con conocer la profesión de cada individuo; en ocasiones, una breve descripción de su comportamiento y carácter, tanto profesional como personal, puede ser invaluable para abordar estos nuevos contactos de manera efectiva.
  2. Visión del cliente: Es fundamental intentar comprender al cliente y su visión para el proyecto. Más allá de lo obvio, profundizar en su participación y experiencia a lo largo del desarrollo del proyecto puede ser revelador durante la transición. Recordemos que pueden existir historiales de interacción entre el cliente y el arquitecto anterior, incluyendo posibles roces o inconformidades, así como dinámicas de relación beneficiosas que vale la pena entender, y aprovechar, para iniciar con una base sólida.
  3. Entender los tiempos: Seguramente, recibiremos un cronograma general del proyecto, en el que se nos explicará desde el inicio hasta la finalización del mismo. Con tanta información nueva por procesar, es bueno tener claras dos cosas: en qué punto se encuentra el proyecto y cuáles son las metas o hitos inmediatos. Tener esta información claramente definida, especialmente cuando queda bastante tiempo para alcanzar el final, produce paz mental. Esto se debe a que representa la cantidad justa de información para operar durante los primeros días o semanas, mientras empezamos a comprender el proyecto en su totalidad.
  4. Saber dónde está la Información: En entornos medianamente organizados, usualmente se indica dónde se almacena la información relevante del proyecto, ya sea física o digitalmente. Frente al volumen de nuevos datos, es común sentirse abrumado. Sin embargo, es probable que un porcentaje crítico de esta información, almacenada en ubicaciones específicas, sea más relevante que el resto. Identificar dónde se encuentran la última versión de los documentos o la revisión más reciente es clave para acceder a los datos más útiles. Este enfoque permite una comprensión más profunda y efectiva del proyecto, evitando distracciones con información menos relevante. De este modo, la pregunta crucial que debemos hacer es: ¿Dónde está la última versión?
  5. Acuerdos Laborales y Operativos: En el caso de formalizar un contrato, las obligaciones y responsabilidades hacia nuestro cliente o contratante suelen estar bien definidas. No obstante, en la práctica, la informalidad frecuentemente prevalece, lo que requiere un entendimiento claro de nuestras funciones y alcances. Es crucial especificar nuestro horario y compromiso de tiempo, así como asegurar un entendimiento mutuo sobre la remuneración acordada y su método de pago, ya sea este mensual o condicional a ciertos hitos.
  6. Entender lo Esencial: La naturaleza de cada proyecto dicta qué aspectos son fundamentales; sin embargo, es indispensable conocer detalles básicos como el área aproximada, ubicación, orientación, nombre del proyecto, nombre del cliente y requisitos claves. Dedicar tiempo a compilar y familiarizarse con estos datos es vital para interactuar efectivamente con otros participantes del proyecto, asegurando una impresión inicial positiva y una base sólida para la colaboración futura. Importante, aprender rápidamente para donde va el norte del proyecto, literalmente.

La transición en un proyecto en n curso puede ser una oportunidad para demostrar adaptabilidad, competencia, y la capacidad de colaborar eficazmente dentro de un nuevo equipo. Aunque enfrentarse a lo desconocido siempre implica desafíos, estas pequeñas claves puede ayudar a que la vida sea más sencilla.

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